jueves, 30 de abril de 2015

Sequía en California: las barbas del vecino (y de cómo le van a hacer para remojarlas…)

El gober tras el precioso (líquido).
Si recuerdan el primer día de este mes, el gobernador de California, Jerry Brown, anunció una reducción de 25 por ciento en el consumo de agua obligatoria para ciudades y pueblos, con el fin de contender con la mayor sequía que se haya vivido en ese estado de la unión americana.

   Este anuncio no pudo ocurrir en un sitio más elocuente: una estación de esquí, en Tahoe, donde el gobernador acompañó a un grupo de expertos para medir la profundidad de la nieve. Sólo que, ni el gobernador ni los climatólogos, tuvieron que talachearle mucho pues las fotografías del boletín de prensa muestran un panorama de verdes pastos en donde debería haber habido metros, varios, de nieve.

   De acuerdo con la NOAA, esto es la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, el calor de los últimos 12 meses en el Estado de California no tiene precedentes en los registros climáticos desde 1895, poco más de un siglo.

   Y el 2014 fue 2.5 grados Celsius más caliente que el promedio del siglo pasado.

   Pero el 2015 no parece querer quedarse atrás. Las temperaturas promedio registradas de enero a marzo, están por encima de cualquier máximo histórico del último siglo para los mismos meses, incluso comparado con el periodo del Dust bowl o ‘tazón de polvo’, que fue una gran sequía que se prolongó de 1932 a 1939, potenciada por deficientes prácticas agrícolas y que afectó severamente la región de las Grandes Llanuras, generando una migración masiva, precisamente, hacia California.

   Esta migración y sus efectos quedó magistralmente retratada en una novela maravillosa de John Steinbeck, Las uvas de la ira, con la que ganaría el Pullitzer en 1940 y que después iría al cine dirigida por John Ford (ganador del oscar) y actuada por Henry Fonda y Jane Darwell (quien si ganó el oscar).

   En California, actualmente, las altas temperaturas están jugado un papel clave en la sequía extrema, que ya va para su cuarto año y que en el estado no tiene precedentes en los últimos 1,200 años, de acuerdo con un par de estudios de  la Universidad de Minnesota y del Instituto Oceanográfico Woods Hole, publicados recientemente.

   Así, la actual sequía de California es excepcionalmente severa en el marco del último milenio, y está provocada por una reducción en la precipitación y en temperaturas cálidas record.

   Pero, ahí no acaban las malas noticias, pues las altas temperaturas ocasionaron, como se menciona arriba, un invierno con apenas 6 por ciento del nivel normal de nieve, de acuerdo con el Departamento estatal de Recursos Hídricos, lo que significará menor disponibilidad de agua superficial, pues California y gran parte del oeste de los Estados Unidos dependen, en buena medida, de la nieve que cae en la Sierra Nevada en invierno para reabastecer ríos y lagos en primavera.

   Como en otras ocasiones, las consecuencias económicas y sociales no se van a hacer esperar: ya que California produce casi la mitad de la fruta, nueces y vegetales que se consumen en los Estados Unidos, y exporta almendras, productos lácteos y ¡bueeen vino!

   Como pasa en muchos lugares del mundo, México incluido, la agricultura consume casi el 80 por ciento del agua que se usa en el estado, aunque, ciertamente, no, no son los cultivos de marihuana los que están secando a California, como extrañamente sugería hace unos días un periódico mexicano de circulación nacional.

   Sin embargo las pérdidas estimadas, de continuar la sequía, ascenderán a casi 1,500 millones de dólares y se podrían perder 17,000 empleos temporales en el sector, donde, ojo, labora una gran cantidad de mexicanos y mexicanas. Y por si fuera poco, también se verá amenazado el suministro de energía hidroeléctrica debido a la falta de agua en las presas.

   ¿Y por qué está ocurriendo esto? Bueno, pues esa es una pregunta que no tiene respuestas únicas. Porque si bien, no se puede afirmar que estas condiciones sean resultado directo del calentamiento global, si existe un consenso respecto a que los extremos climáticos, como consecuencia de éste, serán cada vez más frecuentes, ya sea en la forma de sequías prolongadas, o bien mayor número de huracanes categoría 4-5 o inviernos especialmente crudos.  Digamos, el desorden que precede a los nuevos sistemas…

   La sequía en California debería llamar la atención de México pues, de acuerdo con la quinta comunicación que realizó el Gobierno Federal ante la Convención Marco de Naciones Unidas para el cambio climático, se espera que el territorio nacional se vuelva más cálido en las décadas por venir, principalmente en los estados del norte, donde la temperatura podría aumentar entre 2 y 4 grados, lo cual hará más intensas y prolongadas las sequías y recordemos, como hemos mencionado en otras oportunidades, que ahí se encuentra hoy el granero del país.

   La sequía en California es pues una alerta y nos urge a poner las barbas de nuestro país a remojar, siempre y cuando conservemos agua para hacerlo.

Editorial del Programa Universitario de Medio Ambiente en el noticiero Primer Movimiento de Radio UNAM, emisión del martes 14 de abril.
Mireya Imaz, Marjory González. 2015, PUMA-UNAM, México.
(Se autoriza la reproducción citando la fuente).

martes, 28 de abril de 2015

¿Podremos salvar a la vaquita marina?

Fotograma del video de seashepherd.org
Hoy tenemos una noticia ambiental moderadamente buena pero que, en este océano de malas noticias, creo que le vamos a encontrar el gustillo.

   El 18 de abril un grupo de científicos de la organización Sea Shepherd Conservation Society logró el avistamiento de un ejemplar de vaquita marina en aguas de San Felipe, Baja California, y esto es relevante porque no se había tenido reporte de vaquitas marinas durante los últimos dos años.

   De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) este avistamiento ocurrió dentro del polígono del santuario de este cetáceo, el cual se ubica en el Alto Golfo de California.

   La vaquita marina o marsopa común, cuyo nombre científico es Phocoena sinus, es el único mamífero marino endémico de México y también el que se encuentra en mayor peligro de extinción en el mundo.

   La vaquita se encuentra en listas de poco honor, como la lista de categoría de Peligro de Extinción en la NOM-059-SEMARNAT-2010, así como en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, en esta última dentro de la categoría de Peligro Crítico, justo un paso antes de la extinción en vida silvestre, por lo que el avistamiento es muy importante, pues nos dice que esta especie todavía anda por ahí.

   La vaquita marina es particularmente vulnerable por varias razones. De acuerdo con especialistas en mamíferos marinos como Barbara Taylor y Lorenzo Rojas-Bracho, son naturalmente raras (esto es, escasas) y tienen una distribución geográfica limitada, producen una cría cada dos años, viven aproximadamente 20 años y no se han logrado reproducir en cautiverio.

   Esto hace que las poblaciones naturales de vaquita sean especialmente frágiles a la pesca ribereña y de altura, como las de camarón, Totoaba y otras pesquerías.

   Se calcula que una de cada cinco vaquitas muere accidentalmente en las redes de pesca, tanto legales como ilegales.

   En particular, la pesca de totoaba, un pez también endémico de México, ha recobrado auge durante los últimos cuatro años, pues su vejiga natatoria o buche, se vende a precios exorbitantes en China (hasta 50,000 dólares el kilo de buche). Claro que, el precio que pagan los intermediarios a los pescadores mexicanos, es de entre 500 a 2,000 dólares.

   Otras amenazas potenciales que se han sugerido para las vaquitas marinas son: la exposición a pesticidas, cambios en el hábitat como resultado de la reducción del flujo del Río Colorado y la depresión endogámica, es decir, la pérdida de variación genética como consecuencia de la drástica reducción de la población.

   En 1997 un estudio exhaustivo encabezado por Armando Jaramillo, investigador del entonces Instituto Nacional de Ecología, hoy INECC, calculaba que la población de la especie contaba con 567 individuos.

   Para 2012 la población se estimaba en 200 individuos y un informe del equipo internacional de recuperación, presentado al gobierno de México en agosto del 2014, señalaba que sólo quedaban 100 ejemplares.

   Las autoridades mexicanas han tomado diversas medidas para evitar la extinción de la vaquita, como el decreto en 1993 de la Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado y el establecimiento, en 2005, del Área de Refugio para la Protección de la Vaquita Marina.

   Además en los últimos cinco años diversas fundaciones nacionales e internacionales han destinado importantes recursos para compensar a los pescadores afectados por la creación del refugio y apoyar a quienes quieran aprender a emplear técnicas pesqueras menos agresivas.

   En 2013 el gobierno ordenó la eliminación de todas las redes de enmalle de camarón y su sustitución gradual por una red más segura.

   Sin embargo, es vital detener de inmediato la pesca ilegal de totoaba mediante una vigilancia estricta, así como trabajar en acciones de cooperación efectiva con los gobiernos de Estados Unidos y de China para detener el tráfico y la venta ilegal de totoaba que tiene a dos especies endémicas de nuestro país al borde de la extinción.

   Cuidar a la vaquita marina es una responsabilidad de México, tendremos que rendir cuentas al resto de la humanidad por la suerte de este hermoso mamífero marino.

   Así que hoy nos damos por bien servidos con la noticia del avistamiento de este mamífero en nuestras aguas del Golfo de California, y seguiremos empujando para que las acciones para proteger a la vaquita marina sean realmente exitosas.

Editorial del Programa Universitario de Medio Ambiente en el noticiero Primer Movimiento de Radio UNAM, emisión del martes 28 de abril de 2015. 
Mireya Imaz, Marjory González. 2015, PUMA-UNAM, México.
(Se autoriza la reproducción citando la fuente).

martes, 21 de abril de 2015

La era del Antropoceno ¿comenzó con la conquista de América?

Glorieta a ¿el padre del Antropoceno?
En ocasiones anteriores hemos comentado sobre la propuesta de diversos científicos, entre los que destaca el premio Nobel de química Paul Crutzen, quienes plantean que nos encontramos ante una nueva era Geológica denominada el “Antropoceno”. Hoy platicaremos un poco más al respecto de esta propuesta y comentaremos acerca de los recientes debates sobre cuándo se habría iniciado esta era, es decir, de manera coloquial, donde cerramos el Holoceno.

   Los geólogos dividen el tiempo de acuerdo a los cambios marcados en el estado de la Tierra y, a decir de cada vez más especialistas, los recientes cambios ambientales globales, sugieren que la Tierra pudo haber entrado en una nueva era geológica dominada por la actividad humana, de ahí el nombre de Antropoceno.

   La capacidad que tiene nuestra especie de alterar el entorno, como se comentó con anterioridad, ya está alterando los procesos y componentes bióticos y abióticos a escalas local, regional y global lo que nos coloca como una fuerza bio-geofísica de escala planetaria, capaz de dejar una huella duradera en el registro geológico.

   Van unos rápidos ejemplos: en el 2013, fuimos los primeros seres humanos en la historia que presenciamos concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono por arriba de las 400 partes por millón. En 2014 esta marca se rebasó en el mes de marzo y se mantuvo por arriba del límite durante abril y junio, y el 2015 inició con algunos días por arriba del límite desde enero, de acuerdo con las mediciones del Observatorio de Mauna Loa.

   Estamos, pues, modificando la química de la atmósfera planetaria, y con ello la de los océanos que, como consecuencia del incremento de CO2 se están acidificando. También hemos impactado entre 30 a 50 por ciento de la superficie terrestre no cubierta por hielos y estamos alterando la química de los suelos.

   Podemos mencionar además la contracción de los glaciares en la Antártida, calificada ya como “irreversible” y el incremento en la tasa de extinción de especies de entre 100 y 1000 veces mas con respecto a la tasa natural estimada, de acuerdo con el Millenium Ecosystem Assesment.

   Otro ejemplo es la construcción de alrededor de 48,000 grandes presas en el planeta, el equivalente a una, cada día, durante los últimos 130 años, desviando ríos y alterando los cauces, y estamos moviendo más rocas y sedimentos al año que los procesos naturales de erosión, esto de acuerdo con un estudio del Centro de Resiliencia de Estocolmo del 2012.

   La pregunta es si todas estas modificaciones son tan extensas como para marcar una nueva era que se vería reflejada en los estratos geológicos. Para ello, debería existir evidencia de cambios de largo plazo en la Tierra como sistema global y un marcador de un evento mundial que se pudiera datar en las capas de rocas, los sedimentos del fondo del mar o los hielos perpetuos de los glaciares (ya no tan perpetuos, dirían algunos...).

   Para estudiar si existen suficientes evidencias de una nueva época y para formalizar la existencia del Antropoceno en el mismo rango del Plesitoceno o del Holoceno, se formó un Grupo de Trabajo en la Comisión Internacional de Estratigrafía que deberá presentar sus resultados ante el Congreso Internacional de Geología del 2016.

   En este sentido, existen varias propuestas para marcar el inicio del Antropoceno: la época industrial, en donde las emisiones de CO2 se dispararon o la era nuclear a inicios de los años 50 del siglo pasado.

   Sin embargo, un estudio publicado el 12 de marzo en la revista Nature señala que el Antropoceno pudo haber iniciado con la conquista de América por los europeos.

   Este artículo reseña cómo las redes globales de comercio que se establecieron entonces empujaron un intercambio de especies a través de los océanos que no tiene precedente en la historia de la Tierra. Los autores del estudio aseguran que para 1610 este intercambio ya se ve reflejado en el registro fósil.

   Además, también se identifica una marcada caída en el dióxido de carbono atmosférico, esto debido a que las poblaciones humanas de América fueron diezmadas, tan gravemente (se calcula que murieron 50 millones de personas, tanto por la espada de los conquistadores como por sus virus), que la agricultura prácticamente se detuvo y los bosques dejaron de ser talados, acumulándose carbono en sus fustes este proceso.

   Ambos acontecimientos dejaron una marca global en los registros geológicos.

   Cualquiera que sea el resultado del Congreso Geológico del 2016, en cuanto a definir al Antropoceno como una nueva era geológica y determinar el tiempo de inicio de la misma, no hay duda de que la especie humana rivaliza ya con fuerzas como el vulcanismo, la erosión o la selección natural en el cincelado del perfil de nuestro Planeta.

Editorial del Programa Universitario de Medio Ambiente en el noticiero Primer Movimiento de Radio UNAM, emisión del martes 21 de abril de 2015.
Mireya Imaz, Marjory González. 2015, PUMA-UNAM, México.(Se autoriza la reproducción citando la fuente).

lunes, 13 de abril de 2015

Materiales de Educación Ambiental


Los siguientes textos de consulta rápida sobre temas relacionados con la sustentabilidad y el ambiente, fueron elaborados por el equipo de Educación Ambiental del PUMA. Se autoriza su reproducción citando la fuente.

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1. Residuos


2. Ciclos de vida


3. Consumo


4. Sustentabilidad



5. Energía



6. Bienestar



7. Agua



8. Áreas verdes