martes, 21 de abril de 2015

La era del Antropoceno ¿comenzó con la conquista de América?

Glorieta a ¿el padre del Antropoceno?
En ocasiones anteriores hemos comentado sobre la propuesta de diversos científicos, entre los que destaca el premio Nobel de química Paul Crutzen, quienes plantean que nos encontramos ante una nueva era Geológica denominada el “Antropoceno”. Hoy platicaremos un poco más al respecto de esta propuesta y comentaremos acerca de los recientes debates sobre cuándo se habría iniciado esta era, es decir, de manera coloquial, donde cerramos el Holoceno.

   Los geólogos dividen el tiempo de acuerdo a los cambios marcados en el estado de la Tierra y, a decir de cada vez más especialistas, los recientes cambios ambientales globales, sugieren que la Tierra pudo haber entrado en una nueva era geológica dominada por la actividad humana, de ahí el nombre de Antropoceno.

   La capacidad que tiene nuestra especie de alterar el entorno, como se comentó con anterioridad, ya está alterando los procesos y componentes bióticos y abióticos a escalas local, regional y global lo que nos coloca como una fuerza bio-geofísica de escala planetaria, capaz de dejar una huella duradera en el registro geológico.

   Van unos rápidos ejemplos: en el 2013, fuimos los primeros seres humanos en la historia que presenciamos concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono por arriba de las 400 partes por millón. En 2014 esta marca se rebasó en el mes de marzo y se mantuvo por arriba del límite durante abril y junio, y el 2015 inició con algunos días por arriba del límite desde enero, de acuerdo con las mediciones del Observatorio de Mauna Loa.

   Estamos, pues, modificando la química de la atmósfera planetaria, y con ello la de los océanos que, como consecuencia del incremento de CO2 se están acidificando. También hemos impactado entre 30 a 50 por ciento de la superficie terrestre no cubierta por hielos y estamos alterando la química de los suelos.

   Podemos mencionar además la contracción de los glaciares en la Antártida, calificada ya como “irreversible” y el incremento en la tasa de extinción de especies de entre 100 y 1000 veces mas con respecto a la tasa natural estimada, de acuerdo con el Millenium Ecosystem Assesment.

   Otro ejemplo es la construcción de alrededor de 48,000 grandes presas en el planeta, el equivalente a una, cada día, durante los últimos 130 años, desviando ríos y alterando los cauces, y estamos moviendo más rocas y sedimentos al año que los procesos naturales de erosión, esto de acuerdo con un estudio del Centro de Resiliencia de Estocolmo del 2012.

   La pregunta es si todas estas modificaciones son tan extensas como para marcar una nueva era que se vería reflejada en los estratos geológicos. Para ello, debería existir evidencia de cambios de largo plazo en la Tierra como sistema global y un marcador de un evento mundial que se pudiera datar en las capas de rocas, los sedimentos del fondo del mar o los hielos perpetuos de los glaciares (ya no tan perpetuos, dirían algunos...).

   Para estudiar si existen suficientes evidencias de una nueva época y para formalizar la existencia del Antropoceno en el mismo rango del Plesitoceno o del Holoceno, se formó un Grupo de Trabajo en la Comisión Internacional de Estratigrafía que deberá presentar sus resultados ante el Congreso Internacional de Geología del 2016.

   En este sentido, existen varias propuestas para marcar el inicio del Antropoceno: la época industrial, en donde las emisiones de CO2 se dispararon o la era nuclear a inicios de los años 50 del siglo pasado.

   Sin embargo, un estudio publicado el 12 de marzo en la revista Nature señala que el Antropoceno pudo haber iniciado con la conquista de América por los europeos.

   Este artículo reseña cómo las redes globales de comercio que se establecieron entonces empujaron un intercambio de especies a través de los océanos que no tiene precedente en la historia de la Tierra. Los autores del estudio aseguran que para 1610 este intercambio ya se ve reflejado en el registro fósil.

   Además, también se identifica una marcada caída en el dióxido de carbono atmosférico, esto debido a que las poblaciones humanas de América fueron diezmadas, tan gravemente (se calcula que murieron 50 millones de personas, tanto por la espada de los conquistadores como por sus virus), que la agricultura prácticamente se detuvo y los bosques dejaron de ser talados, acumulándose carbono en sus fustes este proceso.

   Ambos acontecimientos dejaron una marca global en los registros geológicos.

   Cualquiera que sea el resultado del Congreso Geológico del 2016, en cuanto a definir al Antropoceno como una nueva era geológica y determinar el tiempo de inicio de la misma, no hay duda de que la especie humana rivaliza ya con fuerzas como el vulcanismo, la erosión o la selección natural en el cincelado del perfil de nuestro Planeta.

Editorial del Programa Universitario de Medio Ambiente en el noticiero Primer Movimiento de Radio UNAM, emisión del martes 21 de abril de 2015.
Mireya Imaz, Marjory González. 2015, PUMA-UNAM, México.(Se autoriza la reproducción citando la fuente).

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