martes, 6 de septiembre de 2016

Salvemos a los polinizadores




Hoy quisimos volver a hablar acerca de la importancia de los polinizadores, las amenazas que enfrentan y algunas acciones sencillas que podemos hacer en nuestras comunidades para ayudarlos.

La polinización es  crítica para la producción mundial de alimentos y otros recursos, de acuerdo con la FAO se calcula que uno de cada tres bocados que damos, es decir, un tercio de todos nuestros alimentos se producen gracias a la intervención de un polinizador.

Pero si nos referimos únicamente a los vegetales, resulta que el 75% de los cultivos de frutas y verduras dependen de la polinización, de acuerdo con una entrevista de Gaceta UNAM al Dr. Mauricio Quesada, académico de la (ENES) Morelia.

Sin el acarreo del polen de una planta a otra que realizan abejas, mariposas y polillas, abejorros, escarabajos, murciélagos, colibríes y muchos otros animales, no podríamos tener en nuestras mesas almendras, duraznos, manzanas, cerezas, kiwis, naranjas, chiles, limones ni aguacates, por citar unos pocos ejemplos.

Esto se debe a que plantas y polinizadores han establecido, gracias a procesos de co-evolución y a través de millones de años, una relación cada vez más estrecha y especializada, por lo que existen plantas a las que únicamente poliniza una especie animal en particular.

Por eso, la desaparición de los polinizadores debido a las acciones humanas pone en peligro ecosistemas completos que dependen de estas interacciones complejas y delicadas, y como ya vimos, significa una amenaza para la producción de alimentos a escala global.

Se calcula por ejemplo, que tan sólo el servicio ambiental que proveen las abejas como polinizadoras vale 50 ó 60 veces más que toda la producción de miel y cera del planeta, de acuerdo con la página de los Jardines de los museos Smithsonianos.

Pero las abejas se cuentan entre los polinizadores con mayor grado de amenaza. De acuerdo con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) desde hace unos 15 años se ha observado una disminución anormal, y en ocasiones dramática, en el número de abejas domésticas  y hasta la pérdida completa de colonias,  principalmente en el hemisferio norte.

No se sabe con precisión cual es la causa de este declive, pero lo más probable es que se deba a varios factores que actúan en forma combinada.

Siguiendo con datos de la EFSA, entre las causas se encuentran la agricultura intensiva basada en monocultivos  y plaguicidas, el hambre y la malnutrición de las abejas debido a la destrucción de su hábitat y la eliminación de sus fuentes de alimento, la urbanización y el ataque de virus y otros patógenos,  como la avispa asiática, el ácaro Varroa sp. , el escarabajo de la colmena y el ácaro Tropilaelaps. El uso de pesticidas parece debilitar el sistema inmune de estos animales, dejándolos a expensas de parásitos intestinales.

Otros polinizadores en riesgo son los murciélagos. En nuestro país y de acuerdo con la CONABIO existen 138 especies de murciélagos, lo que nos ubica en el 5º lugar en diversidad de estos animales.

Las especies Leptonycteris nivalis y L. yerbabuenae son las principales polinizadoras del agave azul o Agave tequilana, de donde se obtiene el tequila. Las flores de esta planta solamente se abren durante la noche, momento que los murciélagos aprovechan para tomar el néctar, llevándose el polen hacia otras plantas.

La mala fama de los murciélagos los ha puesto en peligro, a pesar de que de acuerdo con la CONABIO el 70% de las especies de murciélagos se alimentan de insectos y otros invertebrados, 24% de frutas, polen, néctar, peces y animales pequeños como anfibios, y sólo el 1% (3 especies) se alimentan de sangre y éstas pocas veces atacan al ganado.

A los murciélagos se les ataca en sus cuevas y sitios de anidación debido a mitos infundados, lo que constituye una seria amenaza, además de factores similares al caso de las abejas: urbanización, pérdida y alteración de su hábitat, incluyendo contaminación lumínica, pérdida de sus alimentos por el uso indiscriminado de plaguicidas, etcétera.

¿Qué podemos hacer para echarles la mano?
 Van algunas ideas:

·       Colocar en jardines, camellones, macetas y azoteas verdes plantas como asclepias, lavanda, siempre vivas, girasoles y diente de león. Sembremos flores para los polinizadores.
·       No usar insecticidas y cambiarlos por repelentes con aceites naturales de plantas como la citronella
·       (Este es un consejo del Dr. Rodrigo Medellín) Si vives en localidades donde abunden los murciélagos y se llegan a meter a tu casa, simplemente apaga la luz y abre puertas y ventanas para que se pueda salir el animalito.
Editorial del 6 de septiembre en el Noticiario de Radio UNAM "Primer Movimiento", Mireya Ímaz, Programa Universitario de Estrategias para la Sustentabilidad UNAM. Si se reproduce, favor de citar la fuente.




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