jueves, 15 de enero de 2015

2014: lo malo, lo feo y lo bueno en el medio ambiente

Para arrancar el 2015 queremos hacer  una apretada síntesis de lo malo, lo feo y lo bueno que nos dejó el 2014 en el marco de de la sustentabilidad, temas que comentamos ya con mayor detalle en entradas anteriores.

Lo malo

2014 fue el año más cálido en el planeta del que se tenga registro, con temperaturas globales promedio de 0.86 grados Celsius por encima del promedio del siglo 20, de acuerdo con un artículo publicado por Scientific American el 4 de diciembre pasado.

   Además, la publicación señaló que con el 2014 van 38 años consecutivos que presentan una temperatura  mundial anormalmente alta.

   En estrecha relación con estas noticias, en mayo la NASA hizo públicas las conclusiones de un estudio que indica que la contracción de los glaciares de la Antártida occidental ha cruzado un umbral crítico y es ahora “irreversible” e “imparable”, lo que tendrá consecuencias mayores, en principio, en el nivel de los océanos.

   Ante este panorama, los resultados de la COP 20 celebrada en Lima,  cuya declaración final "invita" a los países desarrollados a financiar acciones de mitigación y adaptación, en los países pobres ya afectados por el cambio climático, son casi el colmo de lo malo.

Lo feo

El 6 de agosto una falla en una presa de residuos de la mina Buenavista del Cobre, filial de Grupo México, ocasionó el derrame de 40 mil metros cúbicos de residuos tóxicos en el río Bacanuchi en Sonora, en lo que ha sido considerado por las autoridades el desastre ambiental más grave en el país. A la fecha, no hay responsables presentados ante la justicia y no queda claro aún cómo se reparará el daño.

   El paso del huracán Odile que devastó Baja California Sur  volvió a mostrar, como Ingrid en Guerrero en el 2013, que en México no tenemos un sistema robusto de alerta temprana, ni estamos creando resiliencia –es decir, la capacidad de un sistema para mantener las características que lo identifican como tal- ante situaciones como el cambio climático.

   En el ámbito global y de acuerdo con un artículo publicado por Hyacinth Mascarenhas en Global Post el primero de enero, el año pasado no hicimos lo necesario para evita,r que en 2015, casi con toda seguridad, desaparezcan para siempre del planeta al menos 13 especies animales: el leopardo del Amur, el elefante de Sumatra, el rinoceronte de Java, el Unicornio Asiático, el tigre de Siberia, los gorilas de montaña y el gorila occidental de llanura, el lémur de bambú, el orangután de Sumatra, el rinoceronte negro y la marsopa sin aleta. La lista incluye tambén a la tortuga Laúd y la Vaquita marina, que habitan en aguas mexicanas.

   Para no deprimirnos del todo, dejamos al final lo bueno del 2014:

   A fines de septiembre ocurrieron las mayores manifestaciones de las que se tenga memoria para exigir a los gobiernos de todo el mundo  que actúen, en serio, contra el cambio climático. Solamente en la ciudad de Nueva York se reunieron más de 300,000 personas, en una muestra de conciencia y organización ciudadana en torno al, sin lugar a dudas, mayor problema ambiental que enfrenta la humanidad.

   En noviembre pasado Estados Unidos y China firmaron un convenio histórico para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero de las dos potencias mundiales, las cuales se habían negado sistemáticamente a signar este tipo de compromisos, a pesar de ser responsables del 40% de las emisiones globales.

   En México, durante mayo se anunció la suspensión de un mega- complejo turístico que ponía en peligro al Parque Nacional de Cabo Pulmo, en buena medida gracias a la movilización de ciudadanos y científicos, que apoyaron a las comunidades locales para defender este arrecife, uno de los mejor conservados que quedan a escala mundial.

   También queremos resaltar que en casa, es decir en la UNAM, se inauguró el Laboratorio Nacional de la Sostenibilidad, el Lancis, para reunir los esfuerzos de académicos, servidores públicos y sociedad civil en los temas del desarrollo sostenible.

   Como parte de de la Estrategia de Universidad Sustentable Ecopuma, se puso en operación la primera etapa del sistema de calentamiento solar de la Alberca Olímpica de Ciudad Universitaria, así como un sistema de captación de agua de lluvia para consumo humano en el Edificio de Programas Universitarios y una azotea verde en la Coordinación de la Investigación Científica.

   Además, la Universidad Nacional otorgó el Distintivo Ambiental UNAM a 71 dependencias universitarias y los edificios sede de 5 secretarías de la administración pública federal. Posicionando así un sistema de evaluación del desempeño ambiental para el país.

   Destacamos también la actuación de un equipo de más de 30 alumnos de diversas facultades y escuelas de la UNAM en el Decathlon Europe 2014 celebrado en Versalles, que ganó el primer lugar mundial en Ingeniería y Construcción con un diseño de vivienda sustentable y accesible.

   Así pues, 2014 no sólo trajo malas noticias. Entre lo mejor del año nos parece rescatable la cada vez mayor conciencia y participación ciudadana en los temas ambientales, en especial la contribución de las y los jóvenes con protestas, ideas, organización y entusiasmo. Ojalá que a los adultos nos “caiga el veinte” de que estamos obligados a dejarles un mundo habitable, un mundo en el que, parafraseando a Sir David Attenborough,  aún puedan conocer a los elefantes, y desde luego, a la justicia, la cual pareciera, también,  estar en riesgo de extinción.

* Editorial ambiental de Mireya Ímaz en el programa Primer Movimiento de Radio UNAM, emisión del 13 de enero de 2015.

No hay comentarios:

Publicar un comentario