martes, 3 de noviembre de 2015

Fauna invasora vs. fauna nativa: el caso de los gatos en Australia

Peludos incómodos :(
Hoy vamos a tocar un tema polémico pero que resulta importante al hablar de estrategias de conservación de la biodiversidad.
 
   El Gobierno de Australia anunció en junio de este año un plan para matar a 2 millones de gatos ferales para el año 2020, medida que generó una ola de indignación entre organizaciones protectoras de animales y de celebridades como Brigitte Bardot o el cantante Morrisey, a quienes el gobierno Australiano contestó de manera formal.
 
    De acuerdo con Gregory Andrews, comisionado para especies amenazadas, el sacrificio no es parte de un cruel programa de fanáticos anti-gatos. En Australia, los gatos ferales, que fueron introducidos en aquel continente por los primeros colonos europeos, se han convertido en una gran amenaza para la vida silvestre nativa.

   Se calcula que los gatos asilvestrados son responsables de la extinción de al menos 27 mamíferos australianos, como el bilbi menor (Macrotis leucura), el bandicoot del desierto (Perameles eremiana) y el ratón orejón saltarín (Notomys macrotis).

   El gobierno australiano considera que al menos 124 especies endémicas están en inminente peligro de extinción debido a la depredación.

   El problema es gigantesco, pues se calcula que existen al menos 20 millones de gatos ferales en Australia, y que cada uno de ellos es capaz de matar unos cinco animales por día. Así que la medida abarcaría el 10 por ciento de su población.

   A escala global y de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la IUCN por sus siglas en inglés, los gatos salvajes son responsables de al menos 14 por ciento de las extinciones de especies de aves, mamíferos y reptiles que habitan en las islas, y son la principal amenaza para el 8 por ciento de las aves, mamíferos y reptiles cuyas poblaciones se encuentran en estado crítico, lo que los ha llevado a estar en la lista de las 100 especies invasoras más dañinas a nivel mundial, publicada por la misma organización.

   Pero ¿por qué ocurre el fenómeno de las especies invasoras?

   Una especie se considera invasora cuando convergen dos factores: que se le introduzca en un hábitat al que no pertenece y que sea capaz de provocar un daño ambiental, económico o a las personas. Las especies invasoras suelen competir de manera tan exitosa contra las nativas, que las desplazan, dislocando importantes procesos ecosistémicos.

   El que un organismo se convierta en invasor tiene que ver, de acuerdo con la CONABIO, con las características intrínsecas de la especie, las particularidades de la introducción, las rutas de invasión así como el tipo y el estado en el que se encuentra el ecosistema invadido.

   Australia en particular posee cientos de especies endémicas debido a su aislamiento, luego de su separación del súper continente Gondwana, hace 165 millones de años, que abarcaba también a las actuales India y Antártida. En general, las especies nativas de islas están en mayor peligro ante las especies invasoras, pues evolucionaron de manera altamente especializada.

   ¿Qué hacer frente a estas invasiones?

   Los países que han ratificado el Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD) deben dar cumplimiento al artículo 8, el cual establece que, en la medida de lo posible, cada parte impedirá que se introduzcan, controlará o erradicará las especies exóticas que amenacen a ecosistemas, hábitats o especies.

   En México existe actualmente un programa de erradicación del Pez León, que como ya hemos mencionado en este espacio, se introdujo hace una década al Caribe desde algún acuario de Miami, luego del paso de un huracán, y se ha convertido en una plaga que recién fue detectada ¡hasta las costas de Brasil!

   Entonces ¿las medidas en Australia contra los gatos ferales son correctas?

   Un artículo publicado en el blog de Scientific American por Hanna Waters en 2013 señala que, de acuerdo a toda la evidencia científica disponible, los gatos ferales en Australia no pueden tener un destino diferente al del Pez León en México, por sencillas razones: sería casi imposible esterilizar a los 20 millones de felinos asilvestrados de aquel continente, o siquiera a los dos millones que considera el proyecto del gobierno Australiano.

   Y es que la fertilidad del gato es tan alta -una sola hembra puede tener 3 camadas de 4 ó 6 gatitos cada año- que con sólo un pequeño porcentaje de la población en estado reproductivo puede compensar la tasa de mortalidad natural. Los programas de captura-esterilización-reintroducción no son costeables comparados con la eutanasia, aún con la participación de voluntarios, al menos para el caso Australiano, debido a sus dimensiones. Al final, el tema es qué consideramos más importante, si el bienestar de una especie individual (humanos o gatos) o la salud de los ecosistemas en su conjunto.

   Para el caso mexicano, no está de más insistir que necesitamos cambiar la cultura de los dueños de mascotas, esterilizar, adoptar y comprometerse a cuidar a perros y gatos hasta el término de su vida es nuestra responsabilidad, tanto por el bien de estos animales, como por el bienestar de cientos de otras especies que tienen el mismo derecho a vivir que los humanos o sus peludos acompañantes.

Editorial del Programa Universitario de Estrategias para la Sustentabilidad en el noticiario Primer Movimiento de Radio UNAM, emisión del martes 3 de noviembre de 2015.
Mireya Imaz, Marjory González. 2015, PUES-UNAM. México.
(Se autoriza la reproducción citando la fuente).

1 comentario:

  1. Daccordo,non vivo in Australia,ma in Italia,e perdipiù a Roma.
    Tuttavia,facendo i conti,sterilizzando quattro gatte,una signora che si é dedicata a quest' opera di buona volontà,ha evitato la nascita di almeno 24 giovani predatori,questa estate.
    Mi pare già molto.
    Nella città in cui vivo si cerca di sterilizzare più femmine di gatto possibile,e si vede : molte zone,popolate da mici randagi,che vivevano così,ammalandosi o perendo per altre disgrazie,hanno,ora,un numero di gatti controllato.
    Peccato che la pratica della sterilizzazione non sia diffusa quanto dovrebbe.
    Infatti nelle colonie feline più note,dove la gente va a "scaricare" i gattini o i mici prima voluti e poi classificati come incomodi,non si riesce mai a scendere sotto il centinaio di unità,malgrado l' impegno profuso dai volontari per la cura e l' adozione dei piccoli felini abbandonati.
    Sterilizzate le gatte,per favore.
    Anche perchè non é detto che i casi più disperati non vengano soppressi.
    Ma non dal Comune.
    A Roma il Comune passa la sterilizzazione.
    Un atto di civiltà;ma anche cibo e cure veterinarie non guasterebbero.
    Però si "opera",non si uccide.

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